El influyente economista Ricardo Arriazu cuestionó severamente el nuevo esquema monetario y cambiario implementado tras el acuerdo con el FMI, al  enfocarse en la flotación del dólar y la eliminación de las LEFIs. Durante una charla para inversores, advirtió que los cambios son superficiales y que la mentalidad predominante en Argentina dificulta el progreso económico.

Arriazu, reconocido por su influencia en los mercados y entre funcionarios gubernamentales, expresó su desacuerdo con el sistema de bandas de flotación cambiaria adoptado por el equipo económico de Luis Caputo. También criticó la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs), al argumentar que el dólar sigue siendo la principal unidad de cuenta en Argentina y que la medida incrementa la volatilidad.

"Estoy completamente en contra de esa medida, porque mientras en Argentina sea unidad de cuenta el dólar, la divisa tiene una importancia fenomenal", enfatizó Arriazu. Además recordó que la política monetaria previa, similar a la de EEUU, permitía al Banco Central fijar la tasa de política monetaria mediante la compra y venta de LEFIs.

Las licitaciones y el aumento de los encajes

Arriazu criticó el nuevo enfoque de licitaciones y el aumento de los encajes. Advirtió que están drenando fondos y elevando los spreads bancarios. Como consecuencia, el ecoomista proyectó una inflación del 27% para este año, frente a su estimación anterior del 18% basada en una devaluación del 1%.

El especialista lamentó que la eliminación de las LEFIs haya aumentado la tasa de interés y la volatilidad, sin obtener beneficios tangibles. "El único beneficio es que no le podrían decir que están atrasando el tipo de cambio, pero se lo dicen de todas maneras. La verdad es que no puedo entender el beneficio", señaló.

Al recordar su pasado como defensor de la flotación cambiaria, Arriazu explicó que su perspectiva cambió al observar la realidad argentina, donde el dólar funciona como una segunda moneda. Insistió en la necesidad de reformas estructurales para lograr un tipo de cambio bajo, aunque se mostró poco optimista al respecto.

Arriazu destacó las dificultades para implementar reformas en un país federal donde las provincias controlan una parte significativa del gasto y los impuestos. Puso como ejemplo el proyecto minero Filo del Sol, al que ahora otorga un 50% de probabilidad de éxito tras el acuerdo con el FMI, pero también un 50% de fracaso.

"No me voy a jugar a que Argentina cambió. Cambió un pequeño grupo de personas. Pero la inmensa mayoría de los argentinos sigue pensando de la misma manera," concluyó Arriazu, al subrayar la persistencia de viejas mentalidades como un obstáculo para el progreso.